La similitud física entre el vidrio y el cristal lleva a muchos a pensar que ambas palabras son sinónimos entre sí y que por tanto tienen las mismas propiedades y funciones. Pero nada más lejos de la realidad.
De hecho, en los iglús verdes de reciclaje se especifica que no deben depositarse en ellos nada que esté fabricado en cristal. Esto se debe a que la composición de ambos materiales es diferente, ya que al cristal se le añade, además de otros componentes, óxido de plomo u óxido de bario, que es lo que le da un aspecto más brillante a los elementos de cristal.
Que no se deban mezclar ambos materiales en reciclaje está motivado por el hecho de que este elemento extra que incorpora el cristal necesita una temperatura muy superior al vidrio para ser fundido.
El vidrio combina las propiedades de los cristales sólidos y los líquidos amorfos, aunque es diferene a ambos, ya que ni cuenta con la rigidez mecánica de los sólidos ni con la organización molecular al azar de los líquidos.
El vidrio es el resultado de la fusión de distintos materiales como la sosa, la cal y la sílice. Los compuestos de este sólido inorgánico amorfo pasan a un proceso de enfriamiento antes de que los átomos se hayan organizado en una estructura cristalina. Este proceso de enfriamiento es clave y una parte esencial en el proceso de formación de vidrio, ya que tras el aumento progresivo de la viscosidad gracias al enfriamiento gradual, el vidrio se convierte en sólido.
En cambio, la estructura del cristal es ordenada. Los átomos e iones que la componen están organizados de forma simétrica en celdas elementales que se repiten de forma indefinida formando una estructura cristalina.
Por tanto, la principal diferencia entre cristal y vidrio es el orden. En el cristal los componentes están perfectamente ordenados siguiendo unas leyes establecidas, que producen formas definidas con ejes y planos de simetría. A diferencia del vidrio,en el que sus átomos y moléculas no están sujetos a ningún orden fijo ni a reglas, sino que están dispuestos aleatoriamente.
Los cristales son creados naturalmente, y pueden encontrarse en formas diferentes como el cuarzo. La gran mayoría de cristales se forman a partir de la cristalización de gases a presión en el interior de cavidades rocosas. En cambio, el vidrio se fabrica de manera industrial, fundiendo diversos materiales como la arena de sílice. No obstante, también existen vidrios creados por la naturaleza que siguen el mismo procedimiento de fundición, por ejemplo, encontramos la obsidiana, que se forma por el calor generado en los volcanes, también conocida como vidrio volcánico. Otro ejemplo son las fulgoritas, que se forman por la caída de un rayo en la arena.
Vidrio y cristal en la vida cotidiana
En nuestro día a día utilizamos tanto utensilios de vidrio como de cristal, pero, ¿sabrías diferenciarlos?
Las botellas, los tarros y otros envases de alimentación están fabricados con vidrio, concretamente en hornos industriales que funden arena de sílice, carbonato de sodio y caliza a unos 1500ºC. Gracias a que este material puede reciclarse íntegramente, también se utiliza ya vidrio reciclado para la fabricación de estos envases. En ocasiones al vidrio se le añaden otros metales como el plomo para conseguir unas propiedades similares al cristal en cuanto a brillo, sonoridad y peso.
También es vidrio el material con el que las empresas especializadas como Vidriopanel y Devitro Europa fabrican encimeras, ventanas, paneles de vidrio, recubrimiento de muebles, mamparas y puertas.
En cambio, de cristal se fabrican otros utensilios como las copas y otros componentes finos de las vajillas como vasos, fuentes o jarras, complementos de joyería y adornos como jarrones y figuras.