Lo hemos comentado en más de una ocasión: el vidrio es uno de los materiales más utilizados del mundo y ofrece muchísimas posibilidades. De hecho, existen una gran cantidad de tipos de vidrio que se adaptan perfectamente a diferentes usos. Vidrios templados, para evitar reflejos, serigrafiados, laminados, de doble acristalamiento… Las posibilidades con este material son enormes.
Y es que se trata de un producto perfecto para su utilización en construcción, como elemento decorativo o de protección, entre muchas opciones más. En los últimos años es un valor seguro para conseguir dar un toque diferencial a los hogares, motivo por el que contar con los servicios de una cristalería a medida es algo que cada vez demandan más personas.
Pero hoy no vamos a hablar del vidrio y sus posibilidades y características en general. Lo vamos a hacer sobre un tipo en concreto que puede que sea poco conocido para la mayoría. Sin embargo, es muy utilizado y ofrece una gran seguridad en caso de que pueda suceder algún tipo de rotura. Se trata del vidrio con alambre, también denominado como vidrio armado. Y en este post te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre él.
¿Qué es el vidrio con alambre?
El vidrio con alambre también suele denominarse como vidrio armado. Es el que se obtiene a través de un proceso de colado en el que se le incrusta en el interior una malla metálica. Este alambre tiene forma de retícula para que, en caso de romperse, los pedazos de vidrio se queden unidos al alambre y no se produzca ninguna caída que pueda provocar lesiones. Fue fabricado por primera vez en 1886 a manos del alemán August F. Siemens.
Normalmente se utiliza en zonas de riesgo en las que es necesaria seguridad adicional aunque no es aconsejable su utilización en zonas con temperaturas extremas. Esto se debe a que el comportamiento de este tipo de vidrio ante el frío y el calor es diferente que el del metal que lleva dentro, lo que puede provocar que se llegue a romper si está expuesto a este tipo de temperaturas.
Propiedades de este tipo de vidrio
Las propiedades del vidrio armado o con alambre están directamente relacionadas con la malla metálica de su interior. No se debe caer en el error de considerarlo como un vidrio protector, ya que el alambre de su interior no tiene fines de reforzar el cristal, únicamente lo mantiene unido.
Esta es la principal propiedad del vidrio con alambre, ofrecer un seguro extra en caso de que pueda llegar a romperse. Su aplicación tienen lugar en superficies verticales normalmente y en lugares que son susceptibles de recibir impacto humano. Algunos de los usos principales de este material es para balaustradas, vidriado de superficies con desnivel, barandas, claraboyas, ventanas, puertas con marco…
Como principales ventajas nos encontramos la citada con anterioridad, que es la capacidad de no romperse en trozos gracias al alambre de su interior. Además, esa malla metálica puede añadir un bonito aspecto a nivel decorativo. Otra de sus ventajas es que es eficaz contra la propagación del fuego, motivo por el que es muy utilizado en cerramientos, puertas y ventanas.