En Vidriopanel somos unos auténticos expertos en todo lo relacionado con el vidrio y el cristal. Tanto es así que siempre nos gusta ofrecer diferentes consejos y recomendaciones para los usuarios en nuestro blog. Por ejemplo, hace una semana os contamos cómo elegir el espejo de baño adecuado para nuestro hogar. Pero, más allá de consejos de decoración para el cuarto de baño, también nos gusta hablar de los diferentes tipos de vidrio y cristal que existen.
Y eso es precisamente lo que vamos a hacer en nuestra publicación de hoy, donde os daremos a conocer un tipo de material que posiblemente la mayoría no conozcáis: el vidrio líquido. Así que si queréis saber qué es, de dónde proviene o algunas de sus principales características, estáis en el lugar adecuado para conocerlo.
Vidrio líquido: qué es
Sabemos que puede ser un concepto bastante confuso el del vidrio o cristal líquido. De hecho, puede hacer referencia a varios materiales. Por norma general se refiere a una sustancia que se elabora con resina de poliéster y que deja un acabado muy parecido al cristal. Su principal característica, por tanto, tiene que ver con que al añadirlo a un objeto le otorga unos acabados muy parecidos a los que tiene el cristal.
Añade una capa protectora transparente el objeto en cuestión y su uso es muy común para manualidades, textiles u objetos de diseño y decoración. También suele utilizarse mucho en diferentes modelos de muebles a medida, ya que otorga un acabado realmente espectacular. De este modo, se trata de un material muy versátil que nos permite otorgarle una gran cantidad de usos diferentes.
El vidrio líquido es una resina de poliéster que ofrece un acabado muy parecido al del cristal
¿Cómo se utiliza el vidrio líquido?
Ahora que ya sabes qué es el vidrio líquido, lo normal es que te preguntes cómo aplicarlo. Lo cierto es que podríamos asemejarlo a la utilización del barniz, ya que son bastante parecidos en lo relativo a su aplicación. La diferencia es que el vidrio líquido otorga un acabado y protección igual al de 50 capas de barnizado, lo que lo hace mucho más atractivo.
Su aplicación es bastante sencilla de realizar, ya que basta con utilizarlo por encima de diferentes materiales para agregarles nuevas propiedades y efectos. Para aplicarlo basta con dar una capa por encima del producto que queramos y dejarlo secar. Una vez finalizado el proceso de secado, nuestro objeto lucirá como si de uno completamente nuevo y diferente se tratase.
Los coches, uno de los principales beneficiados del vidrio líquido
Si hablamos de uno de los principales usos de este material, resulta imposible pasar por alto el papel de los vehículos. Esto es así debido a que resulta idóneo para proteger la pintura de los coches. De este modo, en muchas ocasiones se utiliza como capa extra encima de la pintura para obtener una superficie brillante y una protección extra para la pintura, como se de una capa de barniz se tratase. Además, a pesar de ser una sustancia líquida se vuelve completamente sólida tras el secado, lo que ofrece también más resistencia ante el óxido.