Todos queremos que nuestra vivienda esté siempre lo más en armonía posible con nosotros mismos, que nos transmita buena energía… En definitiva, sentirnos bien cuando estamos en casa. Y esto es precisamente lo que trata de conseguir el Feng Shui. ¿Te suena? Hoy os hablamos de cómo utilizar el vidrio según el Feng Shui.
¿Qué es el Feng Shui?
El Feng Shui puede denominarse como la técnica que ya utilizaban los antiguos emperadores chinos para construir sus palacios. Es una corriente que se basa en el flujo natural del Chi o energía vital.
En sus inicios, sus seguidores buscaban siempre el mejor terreno, la orientación adecuada frente a los astros, la mejor ubicación en el entorno, y finalmente, procuraban que todos los elementos estuvieran correctamente distribuidos para que transmitieran una energía positiva.
A día de hoy esta corriente sigue utilizándose para mejorar la energía de las viviendas a través de la distribución de los objetos, los colores, los materiales y la decoración. Y aunque podría decirse que es una moda, lo cierto es que se trata de una técnica con bastante sentido común que puede ayudarnos a sentirnos mejor y recuperar parte de nuestra vitalidad. También en la cultura occidental.
Cómo utilizar y colocar el vidrio según el Feng Shui
La filosofía del Feng Shui puede ayudarnos a conseguir que la decoración de nuestra casa nos transmita esas sensaciones positivas que buscamos.
El objetivo del Feng Shui es que la energía positiva o Chi fluya de forma adecuada por la casa. Esta energía se transformará en positividad y prosperidad en el día a día. Lo que nos ayudará a estar más relajados y felices en casa. Según este arte, en todas partes hay líneas de energía positiva, y también negativas, que tendrán que canalizarse a través de diferentes elementos y disposiciones de estos.
El Feng Shui trata de reflejar los elementos naturales, que a su vez representan cinco energías diferentes: madera, fuego, agua, tierra y metal. Para encontrar el equilibrio, en todas las estancias deberemos encontrar determinados materiales y objetos que representen estos elementos.
Mejorar el Feng Shui de casa a través del vidrio
Según el Feng Shui, el vidrio es un material que pertenece al elemento agua. Por lo que representa la energía, la calma y la serenidad. Se trata también de un material que consigue canalizar la energía positiva, alejar la negativa y ayudar a purificar y dar paz a cualquier tipo de estancia.
Una forma de mejorar la energía de la casa es colocar elementos de vidrio en los lugares con menos luz. El vidrio y el cristal sirven para clarificar y descongestionar ambientes. Ya que la luz se refleja en ellos y se redistribuye por toda la habitación. En este sentido puede jugarse con elementos decorativos como los jarrones o los muebles, pero también con las ventanas, las puertas de vidrio, las paredes o las mamparas de cristal.
Cómo colocar las ventanas según el Feng Shui
Las ventanas son unos elementos protagonistas de esta corriente, ya que según ésta, por medio de ellas entra la energía Chi.
Para el Feng Shui el tamaño de las ventanas importa, por lo que siempre se intentará ser proporcional con el tamaño de la estancia. Ni demasiado grandes para favorecer la huida del Chi, ni tan pequeñas que no dejen pasar la suficiente energía positiva. Además, para esta tendencia lo ideal es que las ventanas se puedan abrir completamente para favorecer la entrada de energía vital. De hecho, se deberán abrir durante el día para que entre la energía del exterior, y cubrirlas por la noche con cortinas, persianas o estores para que no se escape.
Además, el vidrio deberá estar siempre en perfecto estado, limpio, y por supuesto, sin cristales rotos, signo de mala suerte.
Correcto uso de los espejos de vidrio según el Feng Shui
Los espejos agrandan las estancias y dan luz, además son un elemento decorativo en sí mismo. No obstante, la corriente del Feng Shui nos da algunos consejos para potenciar la energía positiva.
Según este arte, lo que reflejan los espejos se duplica. Por ello se aconseja colocarlos siempre en un lugar que reflejen algún elemento bonito, o unas vistas agradables. En el cuarto mejor evitar que refleja la cama, ya que según explican, esto podría hacer que descansemos peor por el continuo rebote de energía.