En prácticamente todas las entradas de nuestro blog jamás nos cansamos de repetir una idea que consideramos fundamental: existen múltiples tipos de vidrio con características muy diferenciadas. Esto ha provocado que se utilice este material para una gran cantidad de cosas, desde ser un elemento decorativo para nuestro salón o cocina, hasta ser el envase perfecto para guardar cualquier cosa en la nevera. Sin olvidarnos de sus usos como protección, en medicina u otros campos.
Como decimos, el vidrio es un material de uso generalizado desde hace miles de años. Pero es a día de hoy cuando vive sin lugar a dudas su momento más álgido. Una opción por la que cada vez más personas se decide es por la de equipar sus cocinas con cristal y es que se pueden realizar paneles de vidrio a medida con los que conseguir un acabado único y exclusivo. En el post de hoy vamos a hablar de un tipo concreto de vidrio: el aristado.
¿Qué es el vidrio aristado?
El vidrio aristado es el que ha sido sometido a un proceso para reducir las posibilidades de que este sufra cualquier tipo de rotura durante su manipulación. Es una manera perfecta para evitar accidentes y las consecuencias derivadas de ellos. En definitiva, consiste en aristar los vidrios para poder trabajar con ellos y moverlos de un lugar a otro con mayor seguridad, lo que permite que todo el proceso de instalación sea mucho más fácil y llevadero.
El vidrio aristado no sufre microroturas, lo que hace que sea un producto muy utilizado y mucho más seguro que otros tipos de vidrio. Si sucede un accidente y el cristal se rompe, el vidrio permanecerá unido evitando que las complicaciones sean mayores. Es habitual encontrar este tratamiento para el vidrio en cristales laminados, vinilados, de gran superficie e incluso templados.
Si hablamos de rotura de vidrios, la principal causa de que suceda suele estar relacionada con un accidente. Cualquier golpe hace que este material pueda romperse en mil pedazos pero no es el único motivo. También puede romperse simplemente por someterse a un calor para el que el vidrio no ha sido tratado. Este salto térmico provoca el denominado como choque térmico, que es una de las principales causas de rotura. Y para acabar con él de raíz, no hay mejor solución que optar por el vidrio aristado.
Consejos para limpiar el vidrio
Agua caliente
A veces para limpiar un vidrio correctamente basta con calentar un poco de agua para proceder a la limpieza. Es algo que mucha gente no sabe pero que, sin embargo, ofrece unos resultados inmejorables. Si hablamos de limpiar ventanas o vidrios del hogar, calienta un poco de agua para obtener una temperatura tibia y procede a hacer una mezcla con jabón, los resultados te sorprenderán.
Vinagre
Si con el truco anterior no consigues dejar tus vidrios como nuevos, tenemos otro aliado: el vinagre. Es un producto perfecto para eliminar cualquier suciedad y devolver el brillo del primer día a tus cristales. Para usarlo, debes mezclar una parte de vinagre con cinco de agua, si el agua está tibia o caliente, mejor.
Mantenimiento regular
Como último consejo para disponer de unos vidrios tan brillantes como el primer día, lo mejor que podemos decir es que es fundamental mantenerlos semanalmente. De este modo siempre lucirán bonitos y no tendrán manchas difíciles de eliminar.