El vidrio es un material que cada vez está más presente en nuestras vidas debido a su versatilidad. Se utiliza para la edificación y arquitectura, para fachadas, para diseños interiores como el cristal para mesas, para los coches, como aislamiento térmico y acústico, en óptica, para la producción de energía e incluso, debido a la dureza del vidrio, como elementos de protección como cristales antibalas o templados.
Se trata por tanto de un material muy versátil, que puede ser utilizado para muchos fines. Eso se debe en gran medida a las propiedades del vidrio, que presenta unas características únicas y lo hacen el aliado perfecto en muchísimas ocasiones. Si hablamos de densidad debemos decir que posee una de 2500 Kg/m³ y un punto de ablandamiento a aproximadamente 730º centígrados. Presenta una conductividad térmica de 1.05 W/mK y una gran resistencia química y mecánica.
Escala de dureza del vidrio
Una de las características principales en cuanto a las propiedades del vidrio es su dureza. Se trata de un material inorgánico y duro pero, pese a su dureza, también es frágil. Podemos medir esa dureza por su resistencia al rayado o a la abrasión. Con respecto a la resistencia al rayado, debemos hablar de la Escala de Mohs, que es la que mide las durezas de los materiales . Se trata de una escala creada en 1823 por el alemán Friedrich Mohs y es mediante sus valores como determinamos la dureza de un material.
La escala va del 1 al 10, siendo el primer material el más blando y el décimo el más duro. Como material más blando encontramos el talco, que se puede rayar fácilmente con una uña, y como el más duro está el diamante. En esta escala, el vidrio ocupa la séptima posición, que equivale a la dureza del cuarzo. Sin embargo, el vidrio está en constante evolución y cada vez consiguen crear variedades de mayor dureza.
Vidrios más duros
Como hemos comentado anteriormente, el vidrio es un material en constante evolución. De hecho, hace unos años unos investigadores de la Universidad de Tokio consiguieron desarrollar un tipo de vidrio que era más fuerte que muchos metales. Este vidrio es irrompible y presenta una dureza prácticamente igual a la del acero o el hierro.
No hace falta ir tan lejos ni buscar tanto para encontrar un gran ejemplo de un tipo de vidrio muy duro y resistente que está presente en la vida de todos: el cristal templado. ¿Quién no lleva una lámina de este material para proteger la pantalla de su smartphone de rayajos y golpes? Pues eso. En este caso la dureza del cristal templado alcanza el 9 en la Escala de Mohs, lo que lo sitúa al nivel de dureza del Corindón, únicamente por debajo del diamante.