Sí, es importante que una cocina sea estéticamente bonita, acorde a nuestros gustos personales, y a ser posible amplia y con el espacio totalmente aprovechado. No obstante, de nada sirve tener una cocina moderna y equipada con los muebles más bonitos del mundo o lo último en electrodomésticos, si después es poco funcional, o se ensucia sólo con mirarla. En este sentido, diseñar una cocina fácil de limpiar será algo que agradeceremos el resto de nuestra vida.
¿Cómo conseguir que una cocina sea fácil de limpiar?
Para que una cocina, ya sea grande o pequeña, luzca siempre acogedora, es fundamenta mantener el orden y la limpieza. Aquí pasamos mucho tiempo cocinando, haciendo tareas con nuestra pareja o hijos, o bien divirtiéndonos con nuestros amigos y familiares. Por eso es tan importante apostar por una cocina fácil de limpiar que nos permita dedicar el mínimo tiempo posible precisamente a limpiarla.
Con esta vida tan ajetreada, cada minuto cuenta. Y si en lugar de limpiando la cocina, podemos aprovechar el tiempo para descansar, será de agradecer.
El primer paso para tener y disfrutar una cocina fácil de limpiar, es elegir los materiales adecuados en su construcción.
Las superficies lisas facilitan la limpieza
Comenzar un proyecto de cocina con materiales y superficies fáciles de limpiar es crucial. En primer lugar, destacamos el papel de las superficies lisas. Ya que aunque existan cientos de opciones, texturas, diseños y patrones que añaden personalidad a la cocina; todas aquellas que tienen textura rugosa o diferentes acabados, serán más difíciles de limpiar. Y por tanto, tendrán mayor tendencia a lucir sucias.
En cambio, las superficies suaves y lisas como el vidrio, harán que las superficies de la cocina sean mucho más fáciles de limpiar.
Los paneles de vidrio para el salpicadero de la cocina, fabricados con vidrio transparente o traslúcida, con color, o sin él, tienen la ventaja de ser sumamente fáciles de limpiar. Estos, a diferencia de la pintura, no absorben las salpicaduras de alimentos y grasas. Lo que permite al usuario limpiar las paredes de la cocina únicamente con un trapo adecuado y un poco de agua.
Por otro lado, las superficies embaldosadas incorporan grietas por las que pueden penetrar las manchas y dejar la cocina con un aspecto mucho más sucio y desordenado (a pesar de haber invertido un tiempo valioso en intentar limpiarlas).
Al igual que ocurre con las paredes de vidrio para la cocina, las encimeras de vidrio son una elección muy duradera, higiénica y muy fáciles de limpiar. Otras opciones de materiales lisos son el acero inoxidable y los laminados. Mientras que otros como el granito o la madera necesitan un sellado especial y ocasional.
Cocina fácil de limpiar con más vidrio y menos azulejos
Los azulejos son el recubrimiento más habitual en espacios como la cocina o el baño. No obstante, las pequeñas (o gran) juntas que se encuentran entre azulejo y azulejo las hacen complicadas de limpiar. Y aunque la superficie suave de los azulejos se limpie con facilidad, las juntas son muy absorbentes, tienden a tener un aspecto sucio y pueden albergar gérmenes y bacterias.
Por tanto, para disfrutar de una cocina fácil de limpiar, mejor evitar los azulejos y optar por superficies sin juntas.
En su lugar, el vidrio templado es el material ideal si se busca una cocina fácil de limpiar. Ya que éste resiste bien al calor, es visualmente muy atractivo y no absorbe líquidos ni bacterias.
Además, las encimeras y los salpicaderos de vidrio aportan un diseño moderno más especial, que refleja la luz y da mayor sensación de amplitud.
Muebles y electrodomésticos más fáciles de limpiar
En una cocina, cuanto más grandes sean los cajones y los armarios de los muebles, y más fácil sea su acceso, más sencilla será su limpieza. En cuanto a los tiradores, mejor que permitan una apertura sencilla, y sean de color blanco o bronce para evitar que se vean más de la cuenta las huellas y la suciedad.