Como ya hemos repasado en anteriores ocasiones, como por ejemplo cuando hablamos del vidrio flotado, existen muchos tipos diferentes de cristal. Tantos que prácticamente se pueden utilizar para cualquier cosa hoy en día. Y si hablamos de decoración, las opciones son muy numerosas. Una de las más destacadas tiene que ver con los vitrales de las iglesias, que han inspirado un tipo concreto de vidrio: el catedral.
Porque si quedan preciosos en las catedrales, porque no utilizarlo para decorar nuestros hogares. Así que en nuestro post de hoy vamos a repasar cuál es el origen del vidrio catedral, su composición y ejemplos de usos en la actualidad. De manera que, si queréis conseguir una decoración única para vuestro hogar, os resulte más sencillo que nunca.
El origen del vidrio catedral
Si hablamos del origen del vidrio catedral, debemos retrotraernos hasta el año 1.200. Fue entonces cuando se introdujo una innovación en el proceso de creación del vidrio que permitía fabricarlo completamente plano mediante la técnica del soplado. De este modo, era posible conseguir vidrios huecos que, una vez fabricados, se cortaban y aplanaban para ir enfriándolos poco a poco.
Gracias a ello se pudo dar con el vidrio catedral, también conocido como vidrio grabado. En este caso, se aplanaba una masa de vidrio fundida utilizando un rodillo sobre una plancha de acero. Esto permitía obtener un resultado bastante plano, aunque antiguamente era más irregular y con manchas. Algo que no sucede a día de hoy gracias a su producción industrial.
El origen del vidrio catedral tiene lugar alrededor del año 1.200 y proviene de la técnica del soplado
¿Cuál es su composición?
El lo que atañe a la composición del vidrio catedral, es importante hablar de su textura. Se trata de una textura que ofrece colores más suaves y menos brillantes, algo que es así porque básicamente es un vidrio de tipo monolítico. Como cristal, permite que la luz pase a través de él, pero no permite que se vea lo que hay detrás de manera nítida.
En cuanto a sus caras, podemos decir que se trata de un vidrio de tipo rugoso y que cuenta con un espesor de aproximadamente 4 milímetros. Esto lo convierte en una opción deficiente si lo que se busca es conseguir un aislante térmico o acústico. Es por ello que se trata de un vidrio decorativo y no una opción utilizada para cerramientos exteriores.
El vidrio catedral no es bueno para cerramientos exteriores debido a su bajo aislamiento a nivel acústico y ´térmico.
Ejemplos de uso del vidrio catedral
El vidrio catedral, como hemos explicado, resulta perfecto como elemento decorativo en los hogares. Sin embargo, no se trata únicamente de un material bonito, también permite debido a sus características instalarse en múltiples lugares. Algunos de los usos más popularizados durante los últimos años de este tipo de cristal son los siguientes:
- En espacios en los que se busque más intimidad sin renunciar a la luz natural.
- Para ventanas exteriores.
- Como separaciones interiores.
- Para puertas, muebles y decoración en el hogar.
Conclusión
Como has podido comprobar, el vidrio catedral tiene mucho que ofrecer para la decoración de prácticamente cualquier inmueble. Desde oficinas, hasta una vivienda. En Vidriopanel contamos con múltiples vidrios decorativos, de modo que si buscas conseguir un acabado único no lo dudes y contacta con nuestros especialistas. No importa lo que busques, si tiene que ver con el vidrio decorativo podemos ayudarte.